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Capítulo 23

VIII. El renuevo justo de David.

A. Los pastores destruyeron la grey y la esparcieron.

1. Ay de los pastores que no han cuidado a las ovejas.

a. 23:1  ¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi rebaño! Dice Jehová.

b. 23:2  Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Ustedes dispersaron a mis ovejas, las espantaron, y no las han cuidado. Ahora yo castigo la maldad de sus obras, dice Jehová.

2. Dios cuidará de sus ovejas y le pondrá pastores justos.  

a. 23:3  Yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas los países adonde las eché, y las haré volver al país de su habitación, crecerán y se multiplicarán.

b. 23:4 A cargo de ellas pondré pastores que las cuiden y alimenten. Y nunca más volverán a tener miedo ni a asustarse, y ninguna de ellas se perderá. Palabra del Señor.

B. El renuevo de la descendencia de David.

1. Dios enviará al Mesías, a pesar de la descendencia, de Judá.

a. 23:5 Llegará los días, dice Jehová, en que la descendencia de David tendrá un renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, hará juicio y justicia en la tierra.

b. 23:6  En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado. Este será su nombre con el cual será llamado: Jehová es nuestra justicia.

2. Israel regresará a su tierra.  

c. 23:7  Por tanto, vienen días, dice Jehová, en que no dirán más: Vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto.

d. 23:8  Si no: Vive Jehová que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de tierra del norte. Y de todas las tierras adonde yo los había echado. Y habitarán en su tierra.

IX. Jeremías anuncia las características de los falsos profetas.

A. Lamentación y castigo de los falsos profetas. 

1. Dios castigará a los profetas por su impiedad.

a. 23:9  Jeremías, indica: A causa de los profetas mi corazón está quebrantado. Estoy destrozado, mis huesos me tiemblan. Me siento como si hubiese bebido vino, estoy como ebrio, delante de Jehová. Y delante de su santa palabra.

1.1. Adúlteros, impíos y corren hacer el mal en el templo.

a. 23:10 La tierra está desierta, a causa de la maldición. Por esto los pastizales del desierto se secaron. Porque la tierra está llena de adúlteros. Corren y se esfuerzan en hacer el mal.

b. 23:11 Tanto el profeta, como el sacerdote, son impíos. Dice Jehová: Aun en mi casa hacen su maldad.

2. Vendrá el tiempo que Dios castigará a los profetas.

a. 23:12 Por tanto, su camino será como resbaladeros en oscuridad. Serán empujados, y caerán. Porque yo traeré mal sobre ellos en el año de su castigo, dice Jehová.

2.1. Profetizan por Baal, son hipócritas y alientan al malo.

a. 23:13 En los profetas de Samaria he visto desacierto. Profetizaban en nombre de Baal, e hicieron que mi pueblo de Israel se equivocará.

b. 23:14 Los profetas de Jerusalén son imprudentes; cometen adulterios, dicen mentiras, y fortalecen a los malos. Tolerando sus maldades y no las reprenden ni exhortan. Para que ninguno se vuelva de su maldad. Ante Dios: Ellos fueron como Sodoma. Y sus habitantes como Gomorra.

2.2. Originaron la hipocresía y Dios castiga a estos profetas.

a. 23:15 Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos contra estos profetas: Yo les hago comer veneno, y les haré beber agua amarga. Porque de los profetas de Jerusalén se originó la hipocresía que hay sobre toda la tierra.

3. Los profetas atrevidos y falsos, Dios ordenó a no escuchar.

a. 23:16 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuches las palabras de los profetas que les profetizan: Alimentándolos con vanas esperanzas. Hablan visión de su propio corazón. Visión que Dios no le ha hablado.

b. 23:17 Se atreven a decir, a los que me irritan, con sus maldades, Jehová dijo: Que tendrán paz. Y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, le dicen: No se preocupen que sobre ustedes no vendrá mal.

B. El secreto de Dios es buscarlo sinceramente en oración.

1. La causa de los profetas irritar la paciencia de Dios.

a. 23:18 Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová? ¿O vio? ¿Y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó?

b. 23:19 Por esto, en la tempestad, Jehová saldrá con furor. En la tempestad que está preparada, caerá sobre la cabeza de los malos.

c. 23:20 Hasta que no se haga esto. No se apartará el furor de Jehová. Y hasta que haya cumplido los pensamientos de su corazón. En el final de los tiempos ustedes comprenderán lo que estoy diciendo.

2. Dios no envía a estos profetas, ellos van por su cuenta.

a. 23:21  Yo no he enviado, a estos profetas. Pero ellos van por su propia cuenta. Yo no les he hablado, pero ellos profetizan.

“En los tiempos de los reyes, sucedió estos hechos, y actualmente hay cantidad de profetas, que en nombre de Dios lo hacen. También se portan de igual forma. Tanto aquellos, como estos, serán castigados de la misma forma, en el final de los tiempos”

2. Dios se escucha en lo secreto, él todo lo escucha y ve.

a. 23:22  Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo. Lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras.

b. 23:23  ¿Soy yo Dios cercano solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos?

c. 23:24  ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondite que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?

C. Dios está en contra de todos los profetas falsos.

1. Dicen falsos sueños y revelan el engaño de su corazón.

a. 23:25  Yo he oído lo que aquellos profetas han dicho, profetizando mentira en mi nombre, diciendo: He tenido un sueño, yo soñé, soñé.

b. 23:26  ¿Hasta cuándo estará esto en el corazón de los profetas, que profetizan mentira, y que profetizan el engaño de su corazón?

c. 23:27  ¿Ni siquiera piensan, cómo ellos hacen que mi pueblo se olvide de mi nombre, con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero? ¿De la misma forma como sus padres se olvidaron de mi nombre, y se fueron a adorar a Baal?

d. 23:28  Por tanto, al profeta que le revelo un sueño, cuente el sueño. Y aquel a quien le doy mi palabra, cuente mi verdadera palabra. Les dice Jehová ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo?

e. 23:29  ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?

“Baal es un ídolo que antiguamente adoraban. Actualmente, adoran a muchos ídolos”

2. Los profetas imitadores y aduladores.

a. 23:30  Dice Jehová: Por tanto, yo estoy en contra de los profetas, que roban mis palabras, uno con otros. Se las copian, la imitan y las dicen.

b. 23:31 Yo estoy en contra de los profetas que con palabras dulces dicen: Él ha dicho. Siendo que no les he dicho nada.

c. 23:32  Yo estoy en contra de los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan. Hacen que mi pueblo se equivoque con sus mentiras y con sus halagos. Siendo que Yo no los envié, ni les mandé, ni les di sueño. Ninguna cosa de provecho hizo a este pueblo tal profeta.

D. Debes preguntar ¿Qué dice Dios, que respondió, que hablo?

1. Dios dejará a los profetas que digan la palabra profecía de Dios.

a. 23:33 Cuando te preguntase este pueblo, o el profeta, o el sacerdote: ¿Cuál es la profecía de Dios? Les dirás, esta es la profecía: Los dejaré, ha dicho Jehová a los falsos.

2. Se debe preguntar qué respondió, que habló Jehová.

a. 23:34  Al profeta, al sacerdote o al pueblo que dijese: Profecía de Dios, yo enviaré castigo sobre tal hombre y sobre su casa.

b. 23:35  Así dirá cada cual, a su compañero, y cada cual, a su hermano: ¿Qué ha respondido Dios, y qué habló Dios?

c. 23:36  A la memoria nunca más les vendrá decir: Profecía de Dios. Porque la palabra de cada uno, le será por profecía. Porque pervertiste la palabra del Dios viviente, de Jehová de los ejércitos, nuestro Dios.

d. 23:37  Así dirá al profeta: ¿Qué te respondió Dios, y qué habló Dios?

3. Será olvidado él que diga profecía de Dios.

a. 23:38  Pero si dijese: Profecía de Jehová. Por eso Jehová dice así: Porque esta palabra la pronunciaste, profecía de Dios, habiendo yo enviado a no decir: Profecía de Dios.

b. 23:39 Por tanto, yo me olvidaré, y los arrancaré de mi presencia a ustedes. A la ciudad que di a ustedes y a sus padres.

c. 23:40  Pondré sobre ustedes deshonra perpetua, y eterna confusión, que nunca por más que olvides se olvidará. Siempre estará presente.